El COVID-19 ataca inicialmente al sistema respiratorio. Sin embargo, existe un vínculo entre este último, el tracto digestivo y el sistema inmunitario, hace que sea relevante un examen del papel de la nutrición y la microbiota intestinal en la lucha contra el virus.

Un microbioma intestinal sano podría prevenir las sobrerreacciones inmunitarias frente a la COVID-19.

Ya se ha demostrado que los probióticos reducen las infecciones del tracto respiratorio de tipo gripal, y la Comisión de Salud Nacional china y la Administración Nacional de Medicina Tradicional China sugieren el uso de probióticos en casos graves de COVID-19 para prevenir infecciones bacterianas secundarias.